Según el Ministerio de Industria y Turismo, se denomina exportación o importación si la transferencia es realizada hacia o desde países fuera de la Unión Europea o países terceros. Si por el contrario, se trata de transferencias con países comunitarios, es decir, en el seno de la Unión Europea se denomina expedición o introducción.
Francia es uno de los países receptores de exportaciones más importantes que se realizan en España. Dichas exportaciones en el año 2019 alcanzaron un valor de 43.900 millones de euros, lo que supuso el 15% del total exportado.
En el año 2020 Francia fue de nuevo el destino principal de las exportaciones provenientes de España, con un valor de 42.100 millones de euros. En segunda posición se situó Alemania con más de 29.500 millones.
Solamente en diciembre de 2022 España exportó a Francia 4.820 millones de euros, lo que supuso un incremento entre diciembre de 2021 y diciembre de 2022 de un 12,9% y a su vez, un gran aumento en comparativa del año 2022 con el año 2021.
Requisitos de exportación a Francia desde España
En primer lugar, es necesario estar inscrito en el Registro Especial de Operadores de Comercio Exterior (REOCE) del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. Para empezar con ello, tendrá que tener en cuenta si se trata de un particular (persona física) o una empresa (persona jurídica).
Ambas partes involucradas en el intercambio comercial internacional intracomunitario deben hacer un correcto seguimiento de las mercancías transportadas. Esto conlleva declarar los bienes en la aduana para que puedan ser registrados, declarar mensualmente el tipo de mercancías intercambiadas, el país destinatario, características, peso y valor monetario entre otros.
Si se trata de una persona jurídica serán obligatorios los documentos de identificación como el registro mercantil o la patente del producto. Por consiguiente, los documentos de transporte internacional también serán requeridos, en donde se incluyen la Declaración de Importación, declaración de tránsito que recoge el itinerario de mercancías, certificaciones sanitarias, lista de personas involucradas y autorizadas para exportar y el certificado de inspección de origen de las mercancías.
Es esencial tener en conocimiento el cambio de requisitos que puede haber según la naturaleza de la mercancía que se desea exportar. Como por ejemplo, si sus productos provienen de la industria agroalimentaria es preciso poseer un certificado de origen BRC o IFS, los cuales te constatan la calidad y seguridad alimentaria a nivel internacional. De igual manera, si los productos son de construcción deberá demostrar su calidad a través del certificado NF.
Productos mejores recibidos en Francia desde España
Francia y España tienen una relación comercial muy estable, por lo que los franceses están en constante recepción de mercancías beneficiosas para su economía.
Adentrándonos en los productos de forma detallada, las mercancías que más importaron los franceses de empresas españolas fueron: automóviles (25%), maquinaria (13%), fundición (5%), materias plásticas (4%), aceites (3,7%), combustibles minerales y productos farmacéuticos (3% respectivamente).
Durante los últimos 25 años las exportaciones de España a Francia han tenido un incremento a una tasa anualizada de 3,85%, desde 17.400 millones de euros en 1995 a 44.800 millones en el año 2020.
En este mismo año (2020), los principales productos que España exportó a Francia fueron: coches (6.960 millones de euros), piezas y accesorios de vehículos (1.620 millones de euros) y petróleo refinado (1.130 millones de euros).
Durante el 2021 y hasta marzo del 2022, según los informes de Comercio Exterior del Ministerio de Industria, comercio y turismo, el producto más exportado ha sido la energía eléctrica. Es más, por primera vez en 2022 España vendió más energía a Francia de la que compró, siendo esta el triple que en 2021 y alcanzando los 3.313 millones de euros (un 27% más que en 2021). Detrás de este acontecimiento está la excepción ibérica, que ha logrado reducir el precio del gas que España exporta, haciendo así más atractiva su venta.
En diciembre de 2022, las principales exportaciones de España hacia Francia han sido: coches (€444M), electricidad (€248M), piezas y accesorios de vehículos (€124M) y agrios (€103M). Las fuentes destacadas fueron: Barcelona (1.090 millones de euros), Madrid (622 millones de euros), Pontevedra (288 millones de euros) y Sevilla (198 millones de euros).
Entrada en el mercado francés
Es necesario tener claro el tipo de sector en el que desarrollarás tu actividad para así saber la mejor estrategia de exportación en tu negocio. En cualquier caso, lo podrás hacer de dos formas: de manera directa, es decir, a través de un equipo comercial interno; o de manera indirecta, a través de un agente comercial.
Una de las vías directas más utilizadas son los negocios online, ya que depende de las características de tu empresa puede que solo te interese la presencia de forma digital. En este tipo de negocios encontrarás ventajas como la personalización de tu producto y la fidelización sin necesidad de abrir una filial o sucursal, al ser esta más costosa.
Si por el contrario optas por la manera indirecta, los distribuidores facilitarán de manera significativa la entrada a nuevos mercados. Además, podrás contar con expertos en la materia y cerrar relaciones comerciales con mayor simplicidad.
La inversión es otro asunto a tener presente, ya que los precios de los bienes exportados normalmente suelen bajarse para cubrir gastos intrínsecos, como son el costo del transporte, aduanas, distribuidores, fletes, seguros, etc.
Dominar el idioma es un aspecto fundamental al proceder a hacer negocios con un país de habla extranjera. Mantener una conversación fluida con los clientes y a su vez integrarse en los rasgos y características propias de la cultura del país es muy efectivo para la preservación de la empresa en terreno ajeno.
IVA intracomunitario
Algo que no podemos pasar por alto es el reglamento de funcionalidad del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) intracomunitario. Este es aquel conjunto de normas que se aplican sobre las transacciones comerciales entre países de la Unión Europea.
Ofrece una ventaja a los empresarios y autónomos, y es no tener que introducir el IVA en sus facturas en Europa. Para ello, es obligatorio estar dado de alta en el Registro de Operadores Intracomunitarios (ROI).
Se pueden dar dos situaciones:
- Ser empresario sin estar dado de alta en el ROI: al emitir su factura a la empresa francesa tendrá que sumar el 21% de IVA que se aplica en España.
- Ser empresario y estar dado de alta en el ROI: no tendrá que incluir el IVA en la factura si el destinatario también está dado de alta en el ROI, por lo que el cliente pagará menos. En el caso de que el destinatario no esté dado de alta en el ROI, sí tendrá que incluir el IVA.
La normativa es compleja y existen algunas excepciones para saber cuándo y cómo aplicar el IVA intracomunitario.
A continuación mencionamos todos los casos posibles:
- Venta de bienes a empresas o profesionales: como se ha mencionado anteriormente, si vendes un producto a una empresa o profesional europeo no es necesario aplicar el IVA, siempre y cuando ambos estén dados de alta en el ROI.
- Venta de bienes a particulares: si tu cliente es un particular, deberás emitir la factura con el IVA del país de destino (en este caso Francia). Para ello, el vendedor tendrá que inscribirse como operador en el país de su cliente, a no ser que el valor total de sus ventas anuales esté por debajo del límite establecido (desde los 35.000 a 100.000 euros, dependiendo el país).
- Compra de bienes comerciales: En el caso de querer comprar bienes comerciales fuera de España, tendrás que liquidar el IVA como si lo hicieras en tu país.
- Venta de servicios a empresas: Si ofreces un servicio a una empresa en la Unión Europea, la factura se entrega al cliente sin IVA. Él deberá liquidarlo en su país a través del procedimiento “inversión del sujeto pasivo”.
- Venta de servicios a particulares: En la venta a particulares se deberá aplicar en la factura el IVA de tu país, en este caso España.
- Compra de servicios: Si deseas adquirir servicios con fines económicos, debes liquidar el IVA como si tú mismo hubieras vendido el servicio en tu país para después, deducir el IVA.
Las empresas españolas tienen en Francia un mercado clave dentro de la Unión Europea. La exportación de productos españoles al país vecino sigue en alza, alcanzando récords y creándose nuevas oportunidades.